Garantizar la continuidad del suministro eléctrico en un sistema con presencia mayoritaria de renovables intermitentes requiere soluciones que aporten capacidad firme y flexible. Las tecnologías de almacenamiento son fundamentales para el desarrollo de las renovables porque estabilizan la red energética.
Cambiar la forma de generar y consumir energía es imprescindible para poder cumplir con los objetivos en materia climática establecidos.
La descarbonización debe ser una realidad que requiere del compromiso de todos los sectores implicados. La transición hacia la neutralidad climática implica una profunda transformación del sistema energético hacia un modelo descentralizado y flexible, basado en energías renovables.
Las palancas para la transición energética son también la eficiencia energética y la electrificación de la economía, mediante el aumento de las renovables en el mix de generación.
Existe un amplio abanico de tecnologías de almacenamiento y de aplicación en diversas partes de una red eléctrica, desde la transferencia horaria de generación neta de energía a gran escala, hasta su aplicación al mantenimiento de la calidad del suministro a escala local. Estas tecnologías pueden tener un nicho de aplicación para distintas necesidades de la red eléctrica: acoplar generación de energía intermitente con demanda, regulación de la red con reserva a corto plazo y estabilidad de red.

Pese a la competitividad en costes de la generación fotovoltaica, su almacenamiento a gran escala (a priori planteado por medio de baterías) aún presenta algunas barreras, mientras que la energía termosolar, pese a su mucho menor desarrollo durante los últimos años, tiene potencial como tecnología de almacenamiento.
El coste de las centrales termosolares, aunque a día de hoy es más alto que el de las centrales fotovoltaicas, incluso sumando el coste de las baterías, se espera que se reduzca en las centrales termosolares de próxima generación.
El almacenamiento, junto con los ciclos combinados, es necesario para aportar flexibilidad y firmeza al sistema, un ejemplo es el papel de la central hidroeléctrica de bombeo de Chira-Soria en la isla de Gran Canaria (sistema eléctricamente aislado) que permite aprovechar los excedentes de generación de energías renovables; los vertidos eléctricos antes de la construcción eran del 35% después de su construcción se reducirán al 9%.

La transición energética es urgente para afrontar el cambio climático y los trámites administrativos necesarios actualmente para la construcción de proyectos son un obstáculo.
Existe la necesidad de realizar subastas de servicios de capacidad, neutras tecnológicamente, y con un plazo de antelación suficiente: 5 años para nuevos proyectos o un año para proyectos existentes. En estas subastas cada tecnología ofrecería su capacidad disponible en función de la posibilidad de que pueda contribuir en las horas más críticas del sistema.
El bombeo hidráulico es y será la solución más eficiente y económica para el almacenamiento de larga duración y a gran escala.
Por otra parte, las baterías ion-litio son adecuadas para el almacenamiento de corta duración, con un coste que será decreciente gracias al desarrollo de su uso en el transporte.
Artículo obtenido de: https://www.ecochoice.com.mx/es/noticia/23